Conoce este tipo de deudas y cómo solventarlas mientras cuidas tu bienestar financiero.
En algún momento de nuestras vidas hemos tenido que recurrir a préstamos para asumir gastos, hacer reparaciones en nuestras viviendas o vehículos, salir de vacaciones e, incluso, para pagar otros créditos. Pese a lo que implica, pedir prestado a terceros se convierte en una de las soluciones más rápidas para resolver nuestras necesidades.
Pero ¿en qué consisten estas deudas? Son aquellas que están por fuera del sistema financiero. En esta categoría entra el dinero que nos prestan los familiares cercanos, los adelantos de víveres que nos hacen las tiendas o los alquileres que pagamos al casero por el lugar en el que vivimos.
Aunque estos préstamos parezcan un alivio financiero, lo cierto es que implican una serie de riesgos económicos y sociales si se llega a incumplir el plan de pagos, pues no cuentan con un respaldo legal. Por eso, es importante evitarlos y tratar de pagarlos lo más pronto posible.
Antes de contarte cómo salir rápido de las deudas a terceros, debes conocer sus generalidades para que definas tus prioridades y sepas qué tan necesario y viable es endeudarte. Sergio Díaz, director de la empresa de educación financiera libertat.com, las clasifica en dos categorías.
- Deudas positivas o aquellas que traen consigo beneficios financieros.
– Para comprar activos: es decir, aquellas inversiones que te generen ingresos suficientes para pagar la deuda y obtener ganancias.
– Para solventar casos de liquidez: son ideales en casos de emergencia siempre y cuando tengas la certeza de poder pagar la deuda y contar con un colchón que te ofrezca tranquilidad mientras te recuperas económicamente. - Deudas negativas o que no representan ningún beneficio financiero.
– Para gastar: no vale la pena acceder a préstamos que cubran otros gastos del hogar como ropa, servicios públicos, mercado o salidas a comer fuera de casa.
– Para gastar: no vale la pena acceder a préstamos que cubran otros gastos del hogar como ropa, servicios públicos, mercado o salidas a comer fuera de casa.
De acuerdo con esta clasificación, el experto nos recomienda evitar las deudas negativas con el fin de mantener una buena salud financiera. “Lo que hace buena o mala a una deuda es la forma en la que la usamos, pues esto puede ampliar significativamente su efecto, ya sea positivo o negativo, en nuestra economía”, comenta Sergio.
¿Cómo salir pronto de las deudas a terceros?
Es importante que planifiques un presupuesto para que tengas claros tus gastos e ingresos básicos. Esto te ayudará a conocer cuánto dinero puedes destinar al pago de tus deudas. Es recomendable pagar las cuotas antes de la fecha de vencimiento para evitar cobros adicionales.
Si te sobra una parte de tus ingresos, úsala para pagar la deuda más próxima a acabarse. Al pagarla, tendrás ese dinero extra para tus obligaciones.
Finalmente, determina qué cantidad puedes pagar con comodidad. Existen herramientas como calculadoras financieras que ayudan a evaluar el monto total que necesitas para liquidar la deuda.
