Sé cacaotero por un día y prepárate para un viaje de sabores

Una ubicación: Támesis, vereda San Isidro, finca El Viejo León. Una experiencia: la familia Escobar Ramírez te hace sentir como en casa mientras te involucra en la historia y la preparación del cacao. Un viaje de la tierra al paladar. 

Para comenzar la ruta, ya sea desde el Eje Cafetero o desde Medellín, primero llegas a La Pintada para acceder a la cabecera municipal de Támesis, un municipio cálido del Suroeste antioqueño. 

Arar el camino

Ya en Támesis, puedes subir a la vereda San Isidro en vehículo propio, acudir a la familia Escobar o contactar a Ecocartama, oficina de turismo local. A dos kilómetros y medio de la centralidad encuentras la finca El Viejo León, nombrada así por su fundador: el abuelo José León.

La propiedad es una de las 75 fincas agroturísticas registradas en el programa de fortalecimiento empresarial de la Asociación Hotelera Colombiana con la Secretaría de Turismo de Antioquia, bajo el nombre Antioquia es Mágica.

Para ser cacaotero no tienes que madrugar, pues esta enriquecedora experiencia comienza a eso de las 10:00 a. m. Cuando llegas a El Viejo León, la familia Escobar te recibe amablemente en su casa con un refresco de mucílago de cacao, hecho con el velo que protege al fruto dentro de su mazorca.

El mucílago de cacao es considerado un desecho o sobrante de la elaboración del chocolate, pero con él puede producirse jalea. 
Crédito: cuenta de Instagram @chocolateviejoleon

Cultivos de cacao e historia

Mientras el mucílago se desliza por tu garganta, Hernán Escobar o Carlos Escobar (padre e hijo, respectivamente), te cuenta más sobre esta familia que decidió ampliar la venta de chocolate con una ruta ecoturística en su propio hogar.

La historia continúa mientras te desplazas por el terreno y contemplas los paisajes que ofrece la región hasta llegar al cultivo del cacao. 

En los cultivos no aplican insecticidas, herbicidas o algún agroquímico, así cuidan los polinizadores de la plantación. 
Crédito: cuenta de Instagram @chocolateviejoleon

En esta zona te emocionas aprendiendo sobre la ancestralidad de la fruta, conoces más de veinte tipos de cultivo y te informas acerca de sus cuidados. También te involucras en la labor campesina cuando utilizas tu fuerza para partir la mazorca y degustas la variedad del cacao.

Destacado: 

Los niños en particular disfrutan mucho de la jornada y se involucran de forma activa en todo el proceso: preguntan, prueban y se ponen manos a la obra. 

Fermentación y secado de un principio de vida

Cuando el cacao está maduro, se fermenta y se seca. Al mismo tiempo que observas el proceso, la familia narra el gran valor que tiene el fruto como alimento y los protocolos que llevan a cabo en esta etapa para que sea de calidad, “porque es nuestra materia prima y le damos el mejor manejo posible”, dice Andrés Escobar, nieto de José León. 

Después de casi tres horas de recorrido, regresas a la casa y almuerzas hasta con otras diecinueve personas, como una gran familia. De ahí, vas a la Casa de Chocolate, donde te recibe la matriarca Carmen Emilia Ramírez. Sus manos sabias y ágiles te muestran cómo se muele, se tritura y se hace el chocolate.

Vivir la experiencia en compañía de quienes conocen y quieren el campo te deja una sensación de hogar maravillosa; la familia te acoge como uno más, así que no es extraño que desees volver a visitarlos, como si se tratara de un pariente lejano.

Destacado:

Andrés manifiesta que este tipo de turismo es una apuesta por visibilizar las labores del campo y potenciar la compra local.

“La finca es de los ancestros, le estamos generando valor agregado sin dejar perder una tradición tan importante como el cultivo del cacao”. Andrés Escobar. 
Crédito: cuenta de Instagram @chocolateviejoleon

Siembra y recogerás

Una vez contemplas el proceso del cacao, puedes deleitar tu paladar con su presentación final en chocolate de mesa, nibs de chocolate o cacao confitado

Por último, escuchas un conversatorio de cierre, te tomas la foto grupal y puedes antojarte y comprar los productos El Viejo León que, como descubres en este recorrido de seis horas, son amigables con el medioambiente. 

¿Te animas a ser cacaotero por un día? En Támesis aprenderás una práctica ancestral y el valor del trabajo campesino, mientras apoyas la economía local, el cuidado de la naturaleza y, sobre todo, descubres en esta ruta toda una experiencia familiar y multisensorial.

Fuentes:

  1. Andrés Escobar, uno de los anfitriones de El Viejo León. 
  2. Antioquia le apuesta al agroturismo, una oportunidad para reactivar el campo (5 de junio de 2022). El Colombiano. 
  3. El Viejo León, chocolate, familia y naturaleza. Disponible en: www.visionsuroeste.com.