En la zona rural de Támesis está El Globo, una reserva natural enfocada en la pedagogía, el cuidado y el disfrute alrededor de la naturaleza. En sus 360 hectáreas conviven animales increíbles y plantas únicas que te enseñan la importancia de la biodiversidad para el futuro del planeta.
Mauricio Serna cuenta que su abuelo compró El Globo en la década de los sesenta para convertirlo en una finca ganadera. Con el tiempo taló árboles, levantó potreros y empezó a cebar su ganado. En los años noventa, la presencia de grupos armados obligó a su familia a abandonar el lugar y no fue hasta 2017 que Mauricio y sus compañeros pudieron conocer este espacio.
Su visita fue reveladora. Mauricio, biólogo de profesión, se encontró con un terreno ubicado en los Andes Tropicales, uno de los ecosistemas más biodiversos del mundo, pero también uno de los más amenazados. “Voy por primera vez a conocer, sin mucho interés de nada, y me doy cuenta de que es una oportunidad gigante para hacer un proyecto de conservación y aportar a la protección de la biodiversidad”, cuenta.
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En El Globo se encuentran más de 154 especies de plantas, 120 de aves y 21 de mamíferos medianos y grandes, una cifra que aumenta a medida que el ecosistema se recupera.
Así, junto con su familia y algunos aliados, emprendió la misión de adecuar la casa, pensar en las posibilidades de regeneración del lugar y planear la forma de abrir su espacio a estudiantes y personas interesadas en la conservación y la defensa del medioambiente.
Una reserva que también es aula y espacio para la aventura
El principal objetivo de El Globo es contribuir a la mitigación de la triple crisis planetaria: cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación. Además, este equipo busca reconectar a las personas con la naturaleza y, al mismo tiempo, compartir su conocimiento sobre bosques, importancia de la conservación, monitoreo de vida silvestre, función de las especies y, en esencia, el cuidado general de la vida.
Crédito: Camilo Botero
Ir a esta reserva natural es la oportunidad ideal para hacer senderismo, conocer los treinta metros de la Cascada de Los Magnolios, visitar su humedal en la alta montaña, recorrer la huerta y el vivero donde reproducen especies amenazadas como la palma de cera y los magnolios, e incluso tener la experiencia de instalar cámaras trampa, ir a los organales y transitar por caminos prehispánicos.
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El equipo de trabajo de la reserva está conformado por trece personas que encuentran en este lugar su propósito de vida y su manera de aportar al ecosistema, reconociéndose como una especie más del mismo.
Si quieres vivir una experiencia transformadora, llena de conocimiento, reflexión, bienestar y aventura, ¿qué esperas para visitar El Globo?
Recuadro
Para conocer la Reserva Natural El Globo, comunícate con nuestra Agencia de Viajes y consulta los planes de alojamiento disponibles: (604) 5108555 o (604) 4447110.
Fuente:
Mauricio Serna, director técnico y cofundador de la Reserva Natural El Globo.
